- healthyallies

- Feb 13, 2021
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The world has given us the impression that we control everything. Hungry? Shops all around the corner. Need a date? Swipe right. Technology has given us a sense that we are in control of everything. But that is simply an illusion. We cannot control every day life's unexpected events, which ultimately means we’re not that much in control. This is known as the external locus of control, which is when we link the circumstances of our lives to events that are outside of our control, such as an unexpected event arising or the weather. Subconsciously afraid of life, we can sometimes tend to overly try to control the things we can be to a certain extent control. This is known as the internal locus of control, when we believe we are fully responsible and can fully control what is happening in our lives. And so we might focus too strictly on food, our appearances, exercise, the way a situation is supposed to unfold. This might create unnecessary stress and pressure
This can be tricky as the perfect balance lies in between. Life is unexpected and whilst we need to face the fact that we cannot control most situations we can still hold ourselves responsible for the things we can change.
Truly let go of what you can’t control, adapt to every circumstance & enjoy (where possible) the process.
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EL PODER DE DEJAR IR
El mundo nos ha dado la impresión de que lo controlamos todo. ¿Hambriento? Supermercados a la vuelta de la esquina. ¿Necesitas una cita? Desliza a la derecha. La tecnología nos ha dado la sensación de que tenemos el control de todo. Pero eso es simplemente una ilusión. No podemos controlar los eventos inesperados de la vida diaria, lo que en última instancia significa que no tenemos tanto control. Realizar esto se conoce como el locus de control externo, que es cuando vinculamos las circunstancias de nuestra vida con eventos que están fuera de nuestro control, como un evento inesperado o el clima.
Sin darnos cuenta, a veces podemos tender a tratar demasiado de controlar las cosas y nos creemos que realmente todo depende de nosotros. Esto se conoce como el locus de control interno, cuando creemos que somos completamente responsables y podemos controlar completamente lo que está sucediendo en nuestras vidas. Y entonces podríamos enfocarnos demasiado estrictamente en la comida, nuestras apariencias, el ejercicio, la forma en que se supone que se desarrolla una situación. Esto podría generar estrés y presión innecesarios.
Esto puede ser complicado ya que el equilibrio perfecto se encuentra en el medio. La vida es inesperada y, aunque tenemos que afrontar el hecho de que no podemos controlar la mayoría de las situaciones, podemos seguir siendo responsables de las cosas que podemos cambiar.
Deja ir realmente lo que no puedas controlar, adáptate a cada circunstancia y disfruta (cuando sea posible) del proceso.



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